martes, 30 de agosto de 2011

LA FÁBULA DEL PADRE Y SUS HIJOS

No sé cuándo sucedió esta historia, pero es muy interesante leerla.
"Un anciano labrador tenía varios hijos que estaban peleados entre sí por distintos motivos.Los hermanos no se visitaban ni se hablaban.
 Se comportaban como si fueran desconocidos.
 Como esta situación le daba mucha pena, el anciano, que era bueno y generoso, quiso solucionarla.Pensó muy bien los pasos a seguir para darles a sus hijos una lección clara y definitiva. Los reunió, mandó traer una gran cantidad de varas de junco y las juntó todas atándolas con una soga fuerte. Luego le preguntó a cada uno de ellos si era capaz de romperlas.
 Primero dudaron, porque se dieron cuenta de que tenían que hacer mucha fuerza y no sabían si las varas se iban a doblar ;¡ni hablar de romper semejante ramo de juncos unidos!

 Pero se iban a dar por vencidos.¡No, señor! Trataron de hacer lo que su papá les había pedido, uno tras otro.

 ¿Saben qué sucedió?Que las varas no se rompieron ni tampoco se doblaron.

 Entonces el padre, sin decir una palabra, desató el haz de juncos y les mostró qué fácilmente se rompía cada unas de las varas cuando estaba separada del resto.

 Cuando terminaron, el anciano, con mucho cariño y serenidad, les dijo:
 -Nadie podrá vencerlos si están unidos, hijos míos; pero si permanecen separados, cualquiera podrá hacerles daño, porque la unión hace fuertes a los débiles, y la división convierte en débiles a las personas fuertes"
 Esta historia, si vos querés, podés contarla, pero no al revés.  

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